1. El primer encuentro.
Querido diario,
Son las dos de la madrugada y ya hemos conseguido mudarnos del todo a Vancouver, Washington. El tercer traslado en dos años. Todavía no lo comprendo. No es por el trabajo, no es por la economía familiar, y entonces.. ¿Porqué nos mudamos tanto? Ni siquiera me da tiempo ha establecer amistades cuando nos tenemos que volver a ir.
Y por trabajo no puede ser. Porqué el propietario de una empresa de electrodomésticos, FULCSI, no tiene porqué viajar por motivos de trabajo. Para ello ya tiene sus correspondientes corresponsales. A no ser que mi padre tenga una doble vida... Pero lo dudo. Si ya es patética la nuestra, a saber como es la segunda...
Y bueno, de mi madre mejor no hablar. Creo que ni siquiera es consciente de que ya no vivimos en Toronto, mi antepenúltima ciudad. Al divorciarse de mi padre juró que se olvidaría de su existencia y está clarísimo que lo ha hecho. ¿Pero porqué me incluyó también en ese pack?
¿Pensó en un 2x1? Pero ya me he acostumbrado a su ausencia y a ejercer la única identidad femenina de esta casa.
Cambiando de tema. Tengo más que comprobado que al llegar alguien nuevo a la urbanización, se les dispara una alarma en la cabeza de todos los vecinos y se ponen a cocinar mil y un tipos bizcochos o pasteles de bienvenida. ¡Con lo poco que me gusta el dulce! Pero mi vecino más próximo es el único que me ha sabido sorprender al traerme una cajita repleta de flores de su jardín. Rosas, gardenias, tulipanes, margaritas, etc.. Eran preciosas. Pero más lo eran sus ojos verdes como el mar, tan profundos que me he llegado a sumerger en ellos y parecer tonta durante cinco minutos. Se llama Robert y tiene dos años más que yo, y a juzgar por la tristeza que desprenden sus ojos también tiene más pesares que yo.
No hemos hablado mucho. Solo lo normal: Bienvenidos a la urbanización... ¿ya os habeis instalado?... ¿de dónde venís?.. Adiós, hasta pronto.
Un primer encuentro demasiado corriente.
Espero que mañana sea un día mucho más relajado que el de hoy. ¡Almenos no tendré que desenvolver más objetos!
Rose.
Querido diario,
Son las dos de la madrugada y ya hemos conseguido mudarnos del todo a Vancouver, Washington. El tercer traslado en dos años. Todavía no lo comprendo. No es por el trabajo, no es por la economía familiar, y entonces.. ¿Porqué nos mudamos tanto? Ni siquiera me da tiempo ha establecer amistades cuando nos tenemos que volver a ir.
Y por trabajo no puede ser. Porqué el propietario de una empresa de electrodomésticos, FULCSI, no tiene porqué viajar por motivos de trabajo. Para ello ya tiene sus correspondientes corresponsales. A no ser que mi padre tenga una doble vida... Pero lo dudo. Si ya es patética la nuestra, a saber como es la segunda...
Y bueno, de mi madre mejor no hablar. Creo que ni siquiera es consciente de que ya no vivimos en Toronto, mi antepenúltima ciudad. Al divorciarse de mi padre juró que se olvidaría de su existencia y está clarísimo que lo ha hecho. ¿Pero porqué me incluyó también en ese pack?
¿Pensó en un 2x1? Pero ya me he acostumbrado a su ausencia y a ejercer la única identidad femenina de esta casa.
Cambiando de tema. Tengo más que comprobado que al llegar alguien nuevo a la urbanización, se les dispara una alarma en la cabeza de todos los vecinos y se ponen a cocinar mil y un tipos bizcochos o pasteles de bienvenida. ¡Con lo poco que me gusta el dulce! Pero mi vecino más próximo es el único que me ha sabido sorprender al traerme una cajita repleta de flores de su jardín. Rosas, gardenias, tulipanes, margaritas, etc.. Eran preciosas. Pero más lo eran sus ojos verdes como el mar, tan profundos que me he llegado a sumerger en ellos y parecer tonta durante cinco minutos. Se llama Robert y tiene dos años más que yo, y a juzgar por la tristeza que desprenden sus ojos también tiene más pesares que yo.
No hemos hablado mucho. Solo lo normal: Bienvenidos a la urbanización... ¿ya os habeis instalado?... ¿de dónde venís?.. Adiós, hasta pronto.
Un primer encuentro demasiado corriente.
Espero que mañana sea un día mucho más relajado que el de hoy. ¡Almenos no tendré que desenvolver más objetos!
Rose.
1 comentario:
Esto... que te pareceria, aunque suene un tanto extraño, actualizar !!?? no se, por provar cosas nuevas y tal....
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